jueves, 2 de febrero de 2012

TORO CANDELA EN LA GRITA


La comunidad habla del toro candela de la grita, actividad cultural que se lleva a cabo desde hace muchísimos años. En 1970 la actividad desapareció y hace diez años volvió a renacer.

Esta actividad consiste en que la comunidad construye una figura de toro con madera trapos y papel, a este se le encienden los cachos y hacen una caminata por toda la comunidad unidos y compartiendo con gente.

Las tradiciones tachirenses se resisten a morir, permaneciendo aferradas a quienes de ellas escribimos o aquellos pueblos, instituciones y municipios que las mantienen como realidad esencial de esta región.

Una de esas costumbres, que se recuerda en el mes de diciembre, es el toro candela o toro de candela que se transforma en una fiesta colectiva de alternativas divertidas y casuales que son comentadas largo tiempo después de sucedidos.

Lo primero que hay que hacer para tener al toro de candela es construirlo. Se realiza una armazón de aluminio y madera que sea liviana y resistente.

En uno de los extremos se coloca un largo rabo, bien de sisal o de trozos largos de tela. En el otro extremo se ponen los cuernos del toro que son reales, buscados en el matadero o encargados por el dueño de una carnicería al matadero. Los cachos son recubiertos con estopas o trapos que puedan agarrar fuego fácilmente.

La armazón se recubre de papeles gruesos, telas viejas dándole forma de toro y así queda listo el animal que aún no es de candela, pero que es de colores porque se pinta de todos los imaginables.

La fecha escogida despierta gran expectativa. Se van preparando los participantes. Los muchachos que son claves en la fiesta tanto hembras como varones. Los varones se encargan de torearlo y a las hembras las persigue teniendo que correr, saltar y esconderse.

Se escogen, debidamente identificados, las personas que van a llevar al toro a ritmo incierto por todas las calles del poblado y que serán los únicos que saben de atajos y callejones por donde va a empezar y seguir la fiesta.

Sale el toro de candela por las calles de los pueblos del Táchira, más de uno que quiso torearlo sería derribado. Arden alegremente cuernos y cuerpo del toro, pero mientras más candela hay más rápido se mueve el toro y más de uno o una cae al suelo embestido por el animal ya en llamas.
Y va pasando el tiempo: se va consumiendo el animal en llamas y además todos ya están cansados. Se van reuniendo en una plaza previamente seleccionada cuando se apagan los cuernos y los llevadores, toreros, coleadores, algunos de ellos quemados o bien raspadas las rodillas o los codos, se van sentando alrededor de la figura que se empieza a consumir totalmente.

Mañana serán los cuentos. Los que se cayeron ante el avance del toro de candela; las muchachas que entraron, en tropel, al zaguán de una casa para librarse del toro, pero para enredarse con el perro guardián; de los consejos dados a los que hoy lucen amoratadas las piernas y entrecerrados los ojos por el dolor que causó la piedra o el piso que lo raspó.

Toro Candela

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Es una fiesta celebrada cada 28 de diciembre, proveniente de la devoción que llegó de España, en sus inicios y que se fusionó con  los nativos de La Grita, el toro candela nace en honor a los años que se describieron de los peseros y de las fiestas aguinalderas.

La preparación de esta celebración comienza alrededor del 10 de diciembre, donde artistas gritenses se unen a fabricar con almidón, clavos y madera, el cráneo de un toro sacrificado en el matadero que en sus cachos lleva dos hachones de fuego, así llega el 28 de diciembre donde al ritmo de la música, danzas y caravana, se pasea al toro por las principales calles del pueblo, con los cachos encendidos, luego del recorrido es llevado a la plaza Sucre y allí lo queman por completo con el sonido de la pólvora y siguen celebrando toda la noche con músicos y poetas que acuden a la festividad.

Es una fiesta muy sentida y vivida por los gritenses.